El yoga se ha popularizado en los últimos tiempos. No obstante, se trata de un modo de vida milenario que ha ido acompañando a la humanidad a lo largo de la historia. Con sus múltiples beneficios, es accesible y sencillo. Además, puedes empezar a hacer tus primeras clases de yoga con muy poquitos recursos. Si te interesa y quieres conocer cómo empezar, ¡quédate! En esta guía te contamos todo lo que necesitas saber sobre la iniciación y tus primeras clases de yoga.
Antes de nada: ¿qué es el yoga?
Expliquemos sobre qué trata, pues a veces acarrea consigo un significado difuso. Esto sucede porque es una práctica que implica muchos conceptos. El yoga es una disciplina ancestral que nació hace más de 3.000 años en la India y ha evolucionado hasta llegar a nuestros tiempos. Encuentra sus orígenes en los Vedas, unos textos escritos en sánscrito.
En el siglo XIX el yoga se extendió hacia Estados Unidos con los primeros yoguis que empezaron a viajar al país en esa época. No obstante, pasó bastante desapercibido; no se popularizó hasta la década de 1950. Fue entonces cuando las personas que viajaban a la India empezaron a expandir esta práctica milenaria fuera del país. Desde entonces, con la llegada de internet y la globalización, el yoga se ha vuelto mucho más accesible. Ahora sí, llega a todos los rincones del mundo.
Beneficios de las clases de yoga
La palabra «yoga» significa «unión entre cuerpo y mente». Persigue la sintonía y bienestar entre nuestra salud física, mental y espiritual. No es de extrañar que el yoga traiga tantos beneficios con estas bases, especialmente buenos para la época de ajetreo en que vivimos. Por ello, se ha ido popularizando cada vez más, puesto que nos hace sentir bien.
En todos los niveles, el yoga aporta ventajas que acarrean calma y tranquilidad. Esta práctica no se considera estrictamente un deporte, pero si se realiza de forma rutinaria, puede proporcionar beneficios tales como:
-
Tener mejor flexibilidad: a nivel físico, es algo que se nota tan pronto como inicias una práctica regular. Aunque puede que tome un tiempo conseguir los objetivos deseados, con las asanas (o posturas de yoga, en sánscrito) se estira el cuerpo. De esta manera, los músculos se relajan. Por ello, el yoga puede sentar bien para la espalda.
-
Mejorar la postura corporal: otro de los beneficios físicos de ir a clases de yoga es el mejoramiento de la postura corporal. Al mover y estirar los músculos dejas atrás el sedentarismo, contando con asanas que se dirigen especialmente a zonas más cargadas, como la espalda.
-
Ganar en salud: practicando y acompasando la respiración a los movimientos, el cuerpo se relaja. Esto hace que la hormona del cortisol disminuya. Es la hormona que provoca el estrés. Y, tener un nivel más bajo de esta hormona contribuye a tener un sistema inmunitario más fuerte, así como a mejorar la salud arterial.
-
Una buena respiración: uno de los puntos clave del yoga es la respiración. Aunque pueda parecer complicado en un principio, la práctica requiere acompasar el aire que entra y sale del cuerpo al ritmo de las asanas. Esto hace que tengamos mejor respiración, repartiendo con equilibrio el oxígeno por nuestro cuerpo.
-
Alivia el estrés y la ansiedad: como comentábamos antes, el yoga brinda la oportunidad de rebajar el nivel de cortisol, pues controlando la respiración y los movimientos, el cuerpo se relaja. Esto puede ayudar a controlar el estrés y la ansiedad, además de proporcionar un mejor sueño porque estás más tranquilo.
-
Más concentración: otro aspecto que incluye el yoga es la meditación. Y esta es relevante en cuanto al autocontrol y la concentración. El motivo es que al meditar se aprende a entender y gestionar las emociones de una manera natural.
Razones para empezar a hacer clases de yoga
Los anteriores son solo algunos de los beneficios y ventajas que tiene empezar unas clases de yoga. Por supuesto, también variarán dependiendo de cada persona y cada tipo de práctica. Pero si quieres algunas razones para empezar hoy mismo con tus clases de yoga, ¡sigue leyendo!
-
Autoconocimiento: ir a clases de yoga con regularidad te va a ayudar a conocerte. Esto sucede porque con cada clase observas hasta dónde puedes llegar. Además, en caso de que se incluya la meditación, seguro que también aprenderás a reconocer tus emociones y, con el tiempo, a manejarlas mejor.
-
Autoayuda: hacer yoga es un camino de descubrimiento. También es bueno para el conocimiento del propio cuerpo: cuantas más clases de yoga realices, más vas a poder comprobar hasta dónde puedes llegar. Entonces, sabrás cómo adaptar tu rutina y práctica a tu nivel.
Tipos de yoga que existen
Ahora que ya sabes los beneficios y ventajas que te da el yoga, ¿por qué no iniciarte en la práctica? Si así lo deseas, vas a necesitar escoger un estilo. Hay tipos de yoga fáciles y aptos para principiantes, mientras que otros son más complejos y requieren preparación física. Aquí te presentamos algunos de ellos:
Hatha yoga
Las clases de Hatha yoga suelen ser muy calmas y tranquilas. Por eso, este estilo es ideal para arrancar. Lo característico de Hatha es que las asanas se basan en movimientos sencillos, básicos y, sobre todo, lentos. Por ello, es apto para todas las edades y condiciones físicas. Es un tipo de yoga que permite conocer las posturas y ver cómo trabajan los músculos, pues es lento y definido.
Vinyasa yoga
El Vinyasa yoga es en realidad un estilo dinámico. Se compone de secuencias, rutinas y posturas rápidas y fluidas. Por ello, las personas que practican este tipo de yoga suelen tener ya algún conocimiento. De este modo, se pueden mover con facilidad y fluidez.
Kundalini yoga
En las clases de este estilo el nivel de espiritualidad es elevado. El Kundalini se basa en la repetición de cantos o mantras en sánscrito. Además, mezcla posturas con meditación, ya que su base es mover el circuito de energía interno que poseemos las personas, conocido como los chakras.
Consejos para preparar tu primera clase de yoga
Si te apetece empezar con tus clases de yoga, te recomendamos que escojas un estilo calmado y tranquilo, que te permita asimilar las posturas y preparar el cuerpo. Además, para que le saques todo el provecho posible, te damos algunos consejos que te ayudarán en tus sesiones:
Antes de tus clases de yoga
Previamente, es interesante escoger el estilo, pero asimismo, el profesor. Puedes decantarse por ir a una academia o centro físico, pero también puedes escoger a un profesor de yoga online. De esta manera, no inviertes tiempo o dinero en desplazarte. Es, asimismo, relevante que el profesional te transmita serenidad y buena energía.
Igualmente, tómate tiempo para elegir una ropa cómoda. En las clases de yoga vas a tener que realizar diferentes asanas, así que necesitarás soltura y libertad para moverte de manera cómoda.
Durante las lecciones
Las clases de yoga suelen desarrollarse con tranquilidad, especialmente cuando acabas de empezar. Por supuesto, dependerá del estilo que hayas escogido, pero lo más habitual es que los primeros días sean más lentos. Por ello, durante tus lecciones, no te compares con otros compañeros, en caso de que los tengas. Simplemente, déjate llevar por la respiración y el movimiento, sintiendo cómo cada músculo percibe la práctica. Realiza tus clases de yoga con consciencia, prestando atención a tu cuerpo.
Después de las clases de yoga
Cuando acabas las clases de yoga seguro que te sientes relajado y tranquilo. Así que, ¿por qué no asistir a más lecciones? El progreso viene con el tiempo, los resultados se verán después de algunas sesiones de yoga. Por ello, ten paciencia y, sobre todo, no dejes de ser constante en tu práctica. Si dejas ahora las clases de yoga, no notarás los beneficios.
Material para las clases de yoga
Aunque algunos maestros dicen que para practicarlo solo hace falta tu cuerpo y tu mente, puedes añadir algo más. Una esterilla o tapete harán de tus clases de yoga unas sesiones mucho más cómodas. Por lo tanto, es recomendable que puedas disponer de una esterilla. Hay varios tapetes, pero los más prácticos son los antideslizantes. Además, se recomienda que tengas tu propia esterilla, por más que vayas a un centro. Piénsalo bien: si todos estamos descalzos encima de un tapete, ¿no será más higiénico disponer de tu propio material?
En caso de que quieras adquirir tu propio tapete para las clases de yoga, debes prestar atención al grosor. Van desde 1,5 milímetros hasta incluso los 5 milímetros de grosor. Estas últimas suelen usarse para estilos más dinámicos, con el fin de amortiguar saltos, pero al final, dependerá de tus gustos. Además de la esterilla, hay otro material que puede venirte bien para las clases de yoga:
-
Bloques: sobre todo si estás empezando, la flexibilidad aún no será tu punto fuerte. Por supuesto, se irá trabajando. Pero si puedes disponer de material auxiliar, mejor. Estos bloques se usan para realizar asanas más profundas, en las que la torsión o estiramiento es más marcado.
-
Cintas o correas: por mucho que ya seas un yogui experto, este material va a ayudarte mucho si deseas practicar posturas avanzadas y difíciles. También se usan para realizar estiramientos más intensos o alinear mejor una postura. Las hay de distintos tipos: correas con hebilla o sin ella. Si las quieres incorporar en tus clases de yoga, quizá puedes probarlas y quedarte con la que más te interese.
-
Cojines de meditación: más que un deporte o una práctica aislada, el yoga es un estilo de vida que también incluye la meditación en su ejercicio. Si aún no te sientes muy cómodo sentado en el suelo con las piernas cruzadas, puedes ayudarte con un cojín de meditación, también conocido como cojín zafu. Te permitirá relajar más las caderas, pues está pensado para que puedas subir la pelvis y mantener mejor la postura.
Posturas de yoga para principiantes
Si te pica el gusanillo y quieres empezar a ver qué asanas te propone el yoga, debes saber que hay muchas. Sé consciente de que estas posturas no siempre te van a salir a la primera, pues se centran en estirar músculos y articulaciones concretas en las que podemos no tener suficiente flexibilidad. Con el tiempo y una práctica constante, seguro que las dominarás. Algunas de las posturas más conocidas que realizarás en tus clases de yoga son:
La postura de la montaña, Tadasana
Esta es una de las asanas más sencillas que existen, pues consiste en estar de pie, estirando la columna, como si de tu coronilla saliera un hilo que tira hacia arriba. Pero, aunque sea sencilla, no se debe subestimar: suele marcar el inicio de la práctica y sirve para ser consciente de la respiración y de cómo sientes tu cuerpo, preparándolo para el inicio de las clases de yoga.
El perro boca abajo, Adho Mukha Svanasana
También una de las más conocidas. Su utilidad reside en el estiramiento de espalda y piernas. Eso sí, para poder realizar la postura de manera completa es necesario dibujar una forma de V invertida. Los talones tocan al suelo, mientras las piernas están completamente estiradas. Puede resultar difícil, pero en las primeras clases de yoga no dudes en flexionar las rodillas e irte acostumbrando al estiramiento.
La postura del niño, Balasana
Otra de las asanas más sencillas que nos podemos encontrar: Balasana, o la postura del niño. Permite estirar la columna. Es muy sencilla, pues solo tienes que ponerte sobre tus rodillas, llevar las nalgas hacia los talones y estirar la espalda hacia el suelo. Puedes dejar los brazos extendidos o bien practicar la variante en la que las manos se colocan junto a las piernas. Eso sí, la frente siempre debe tocar el suelo, en señal de humildad. Esta postura, además de ser fácil, también se usa como asana de descanso.
Acompaña tus clases de yoga de una meditación
La meditación es una herramienta que ayuda a estar más presente. Es una parte indiscutible de la práctica y esencial en el yoga. Además, las meditaciones ayudan a poner tu mente en calma, a estar conectado al momento presente y a relajarte. Por ello, una práctica de meditación diaria es beneficiosa, aunque la hagas separada de tus clases de yoga.
Hay distintos tipos de meditaciones que puedes seguir para complementar las clases de yoga. Por ejemplo, está la meditación guiada, que se basa en escuchar las palabras del maestro con el fin de mantenerte al momento presente. La meditación con visualización, en la que se crea una imagen mental muy potente que puede ayudar a reducir la ansiedad. También está la meditación con mantras. Este tipo de meditación se vale del japa mala, una herramienta que se asimila a un rosario, al que acompañan unos mantras, generalmente en sánscrito. Asimismo, puedes practicar la meditación en silencio, sin ningún tipo de voz, pero con sonidos cada pocos minutos que te mantienen presente.
Como ves, hay muchos tipos de meditaciones, pero no todo el mundo los incluye en sus clases de yoga, ya que meditar requiere práctica y constancia. Por ello, si quieres iniciarte en la meditación para complementar las clases de yoga, puedes dedicarle unos minutos y establecer un momento fijo. Así, adquirirás el hábito de la meditación; al principio es importante que puedas meditar durante unos minutos y no extenderte demasiado. El cerebro también necesita su entrenamiento. Así que si te interesa, ponte ropa cómoda, busca una posición con la espalda erguida que no te suponga mucho esfuerzo y empieza con meditaciones guiadas.
Dónde puedes encontrar clases de yoga
Si ya te has decidido por empezar con tus clases de yoga, ¡te animamos! Ahora bien, ¿sabes dónde encontrarlas? ¿Tienes claro qué profesor escoger? Si estos puntos tan esenciales te resultan confusos, te damos algunas pautas que puedes seguir para encontrar las clases de yoga ideales:
-
Busca a profesores particulares: si no te apetece tener que desplazarte hasta un centro, pero quieres tener la cercanía de un profesor, puedes buscar un maestro particular. Las clases de yoga serán más relajadas y adaptadas a tu nivel. Además, os podéis poner de acuerdo sobre las condiciones y los horarios. Busca a tu profesor particular para realizar clases de yoga en portales especializados o bolsas de profesores.
-
Haz clases de yoga online: en caso de que no te convenza tener a un profesor particular, también puedes hacer uso de las modalidades online. Con la tecnología y el avance de internet, poder hacer tus propias clases de yoga online con un profesor especializado es más fácil que nunca. Solo necesitas acceso a internet, una cámara y tu esterilla para el desarrollo de las lecciones.
-
Asistir a un centro: si vives en un lugar en el que tienes escuelas o centros de yoga cerca, tendrás muchas opciones para ir a tus clases de yoga. Puedes buscar el centro que más te convenga, en el que impartan el estilo que más te interesa aprender. No obstante, si asistes a este tipo de clases de yoga, no tendrás la posibilidad de concretar un horario o condiciones personalizadas.
Cómo encontrar profesor para tus clases de yoga
Además de tu propio cuerpo y mente, el profesor es también un componente esencial para que las clases de yoga sean un éxito. Necesitas un maestro que te transmita paz y serenidad, pues así tu energía se moverá mejor. Además, debe ser un profesor particular que cuente con la suficiente experiencia como para poder enseñarte bien, corrigiendo las asanas si hace falta, para que no te lesiones.
Puedes recurrir a las academias de yoga, en caso de que vivas en un lugar en el que haya muchas. Pero no tendrás flexibilidad, y los horarios pueden no ajustarse a tus rutinas. Por ello, no olvides que también tienes la opción de encontrar profesores que puedan impartir clases de yoga online. Busca en portales especializados o bolsas de profesores. También puedes revisar los anuncios que hayan publicado los maestros. Asimismo, cuando hayas seleccionado a tu profesor de yoga, no te olvides de conoceros antes o pedirle una primera clase gratuita. Lo importante es que congenies bien para que te sientas cómodo en las clases de yoga y quieras seguir con la práctica.