La experiencia como profesora de español la obtuve en Francia, donde viví durante casi 10 años y trabajé con gente de diferentes edades, desde niños hasta jubilados. Por mi propia experiencia personal para aprender una nueva lengua, considero que el mejor método es hacer como los niños: aprender primero a hablar, y luego adquirir la gramática de manera indirecta y progresiva.
Las clases las ada...
La experiencia como profesora de español la obtuve en Francia, donde viví durante casi 10 años y trabajé con gente de diferentes edades, desde niños hasta jubilados. Por mi propia experiencia personal para aprender una nueva lengua, considero que el mejor método es hacer como los niños: aprender primero a hablar, y luego adquirir la gramática de manera indirecta y progresiva.
Las clases las adapto a las necesidades y a los gustos de cada alumno.
Al aprender un nuevo idioma se abre un universo enriquecedor al que se puede llegar por distintos caminos: desde cocinando una nueva receta; descubriendo nuevos ritmos, artistas o políticos internacionales; o simplemente caminando por una ciudad. Las claves para lograrlo: no desalentarse y disfrutar los pequeños logros personales.