No todos tenemos los mismos tiempos de aprendizaje, pero pocas veces se tiene eso en cuenta y se busca que todos aprendan lo mismo en el mismo tiempo.

Por este motivo, hay niños que necesitan tener un apoyo escolar que respete sus tiempos y su forma de aprendizaje particular. Esto se logra teniendo en cuenta los procesos de cada uno y viendo cuál es la metodología que más le ayuda.

La motivación del niño es fundamental, lograr que se entusiasme con los temas, que desee aprender más, que logre hacer suyo ese nuevo conocimiento. Por eso, es muy importante prestar mucha atención, no solo a los recursos utilizados, sino a cómo se le transmite el conocimiento. Por ejemplo, las actividades lúdicas son un recurso de mucho valor, que permite, no solo adquirir un nuevo conocimiento, sino también usarlo hasta incorporarlo. Ayuda a estimular la memoria, la atención, el razonamiento lógico y la creatividad.

Para beneficiar al niño, también es importante entender el entorno de cada uno. Por lo que es fundamental la comunicación constante con la familia y sus maestros de clase. También sabemos que es normal que en el día a día, haya un agotamiento emocional, tanto para la familia como para el estudiante, al tener que hacer los deberes, terminar las tareas de clase que quedaron incompletas, tratar de explicar temas que no quedaron claros... esto desgasta y muchas veces crea un clima difícil para todos.

Todos estos puntos son los que tengo en cuenta a la hora de acompañar a cada niño y a su familia, para ayudarlos para que puedan disfrutar juntos del proceso de aprendizaje.