De forma circunstancial a los 9 años conocí por primera vez la existencia de una técnica o disciplina llamada Hatha Yoga, nunca me imaginé, que con el correr del tiempo, practicarla, sería la base de mi sistema de vida.
La mayoría de los autores que leo, como referencia y guía, hablan de que existe un alimento el cual los seres humanos no evacuan. Todo lo que vemos, hablamos, escuchamos y leemos...
De forma circunstancial a los 9 años conocí por primera vez la existencia de una técnica o disciplina llamada Hatha Yoga, nunca me imaginé, que con el correr del tiempo, practicarla, sería la base de mi sistema de vida.
La mayoría de los autores que leo, como referencia y guía, hablan de que existe un alimento el cual los seres humanos no evacuan. Todo lo que vemos, hablamos, escuchamos y leemos, queda en nuestro subconsciente y si no tenemos algunas técnicas que nos permitan sacarnos las cosas negativas de la mente, podemos caer en depresiones, ataques de ira, celos, etc.
Por eso el Yoga, dicen algunas traducciones, es la “unión con Dios”, cundo usted experimenta un estado de tranquilidad mental, no existe ningún medicamento que se pueda comparar. Pero, también entendí, después de mis dos viajes a la India, que esa “unión”, es con quien usted considere importante o su centro, ahí en el alma, puede ser mi amado Jesucristo, o bien admirado y querido Baghavan Sri Sathya Sai Baba, o Juan Pablo Segundo, algo que a su corazón le produzca tranquilidad y paz. Cuando experimentamos la tranquilidad en el alma, mente y corazón, ahí está haciendo Yoga, pero de nada sirve hacer toda la serie de posturas, si cuando usted se encuentra en su trabajo u hogar, pega dos gritos e insulta a la gente, eso no es Yoga. Yoga es conducta, autocontrolar sobre los pensamientos, palabras y acciones.
Por otro lado, el Método Pilates, “Contrología”, como le llamó inicialmente Josehp Pilates, hombre visionario que estableció un método que actualmente recién se está tomando en cuenta. Me permitió darle a mi cuerpo energía de forma natural, sin ningún químico y por añadidura, rebajó mis medidas, tonificó mis músculos y me mantiene la mente alerta.
Además, quiero comentarles que la autoeducación, me ha permitido, tener herramientas con que ganarme la vida. De profesión periodista, pero, paralelo a mi profesión, dedico unos minutos diarios al cuerpo, y de un tiempo para acá, descubrí que sino alimento el espíritu, la práctica no sirve de nada.