Durante muchos años me he dedicado a aquellos alumnos con mucha dificultad en el aprendizaje. Todos por motivos muy distintos. Lo que si tienen en común es que llegan a mis clases frustrados y casi vencidos. Muchos de ellos con un peso enorme ya que es la materia que les impide entrar a facultad. Otros porque su autoestima al respecto está tan baja que hasta piensan en abandonar. Mi método es sim...
Durante muchos años me he dedicado a aquellos alumnos con mucha dificultad en el aprendizaje. Todos por motivos muy distintos. Lo que si tienen en común es que llegan a mis clases frustrados y casi vencidos. Muchos de ellos con un peso enorme ya que es la materia que les impide entrar a facultad. Otros porque su autoestima al respecto está tan baja que hasta piensan en abandonar. Mi método es simple, detecto el problema de base, y comienzo a trabajar en ello, hasta lograr que el alumno y el idioma se reconcilien. Soy exigente, y exijo que el alumno se comprometa tanto como yo en superar el obstáculo.
En el supuesto caso de descubrir que el alumno no hace el más mínimo esfuerzo. Se lo comunico de inmediato a sus padres. Pero si por el contrario condidero que el alumno pone esfuerzo redoblo mi el mío para acercalo a la meta.
Los alumnos durante más de treinta años siguen teniendo dificultad con la materia, pero no siempre depende de ellos en particular. Al igual que matemáticas, ( puedo afirmarlo con propiedad ya que mi esposo es ha sido profersor de Secundaria y UTU), son las dos materias donde se encuentra deserción y rechazo. Por eso insisto que cada alumno tiene un tiempo, y requiere que el profesor le posibilite distintas herramientas. La comunicación y la confianza entre ambos se vuelve impresindible para llegar al nivel satifactorio.
Insisto, soy exigente pero me vuelco entera cuando al menos logro la atención y el respeto de mis alumnos.