Me gusta que los alumnos experimenten el poder de la música desde el primer momento. Para ello nos animamos a explorar la guitarra, el canto, el ritmo corporal, la mayoría son saberes que fuimos adquiriendo por la escucha y que son imprescindibles para ampliar en conocimiento y para traerlos a la vivencia actual, es decir: actualizar la información.
La música, el amor por la guitarra y el canto son herramientas muy amables, muy nobles para poder expresar nuestros sentimientos y nuestra mirada de la vida.
El aspecto teórico se va dando a medida que hacemos música, lo importante es disfrutar del arte y sentirse feliz haciéndolo.
Te invito a que te animes. A dejarte llevar por esta maravilla que es la música. Te invito a la aventura de conocer a este instrumento de seis cuerdas de manera muy personal y profunda. No te pido nada que yo no haya experimentado antes. La guitarra me acompaña desde los ocho años y me ha abierto puertas, presentado a personas maravillosas y me ha dado la posibilidad de dejar una obra que me trascienda.

La música nos acompaña desde que nacemos. ¡Vamos a darle continuidad!

A algunas personas les cerraron las puertas del canto y de la música, de manera arbitraria. Esta es tu oportunidad para abrir, para abrir esa puerta cerrada por insensibles y por el tiempo. Como decía, el poder de la música es lo que cambia a la humanidad y la une por completo en un lenguaje universal.
Estudiar guitarra es entrar a jugar con un juguete que nunca se gasta.