A través de mi propio aprendizaje pude descubrir que la metodología debe ser aplicada de acuerdo a las fortalezas del aprendiz. El enfoque de la enseñanza se a expandido en las mismas bases erróneas. Cuando enseño a mis estudiantes, proyecto mi enseñanza a buscar diálogo y alejarme del monólogo. Día a día vamos viendo un poco de gramática y el resto de la clase en la aplicación de la misma a través del diálogo. Sé dónde están las falencias del alumno a medida se avanzamos, y en esas falencias se enfoca para mejorar su rendimiento. Darle la confianza al estudiante de que hable son temor aunque cometa errores. Cuando el estudiante habla sin temor, el profesor tiene una mayor facilidad para descubrir y corregir esos errores. No presionó al estudiante cuando lo veo tensionado o nervioso, pero si le exijo para que sus resultados y aprendizaje sean óptimos. Alimentar el deseo al estudiante por la lectura en el idioma estudiado para que así su vocabulario mejore día a día. Partir del fundamental principio que la práctica diaria, hará de su aprendizaje algo notorio y favorable, donde su inversión económica sea realmente justificada. Compromiso y puntualidad por ambas partes proporcionan una formación en el carácter y responsabilidad el los participantes. El estudiante debe sentirse contento con sus avances cotidianos y con el pasar de los días, con la confianza suficiente para llevar una conversación con cualquier persona que hable el idioma Inglés. No será un aprendizaje, será una diversión con ganancias.