La clases que ofrezco a mis alumnos son divertidas, entro en confianza con cada uno de ellos para que pierdan la vergüenza y puedan soltarse.
Cuando mis alumnos son menores de 10 años hago lo imposible para que ellos estén atentos y así no perdamos el hilo de lo nuevo que vemos en cada clase.
Cuando mis alumnos están entre los 11 y 15 años interactuó y entro en confianza con ellos desde el 1er...
La clases que ofrezco a mis alumnos son divertidas, entro en confianza con cada uno de ellos para que pierdan la vergüenza y puedan soltarse.
Cuando mis alumnos son menores de 10 años hago lo imposible para que ellos estén atentos y así no perdamos el hilo de lo nuevo que vemos en cada clase.
Cuando mis alumnos están entre los 11 y 15 años interactuó y entro en confianza con ellos desde el 1er día de clase, como son casi adolescentes la confianza que llego a tener con cada uno es buena porque así ellos entienden perfectamente de lo que hablamos en la clase.
Cuando las clases van dirigidas a jóvenes y adultos las ganas de los alumnos hace que la clase y el tiempo pase rápidamente; el interés de ellos y mi metodología ayudan a que el fin (el cual es el aprendizaje de una nueva lengua) se concrete.