Lo apasionante de mis clases es que en cada una surge un maestro.
A medida que pasa el tiempo, la inspiradora confianza genera la tranquilidad de liberar el error y lanzarnos al inmenso océano del conocimiento, logrando el único resultado posible de trabajar en equipo.
Como en un libro, se abren las puertas de la nave y ambos nos embarcamos en la aventura de viajar por todas las sensaciones que...
Lo apasionante de mis clases es que en cada una surge un maestro.
A medida que pasa el tiempo, la inspiradora confianza genera la tranquilidad de liberar el error y lanzarnos al inmenso océano del conocimiento, logrando el único resultado posible de trabajar en equipo.
Como en un libro, se abren las puertas de la nave y ambos nos embarcamos en la aventura de viajar por todas las sensaciones que solamente aprendiendo nos permitimos.
El error es el timón, el alumno un valiente capitán y yo la brújula .
El objetivo del juego está en las manos de mi capitán , quien , al lanzarme a la deriva de altamar salva la nave en plena tormenta y retoma la aventura, ahora adiestrando estrellas.