Este año quizás haya sido el más convulso de todos. La pandemia mundial provocada por el Coronavirus nos hizo quedarnos en casa y no salir de ella durante meses, obligándonos a replantearnos nuestra forma de vivir y nuestra forma de impartir clases.
Las clases online llegaron para quedarse y más tarde la obligación a combinarlas con las presenciales. Los colegios e institutos volvieron a abrir en una nueva normalidad que era de todo menos normal. Pero alguna lectura positiva debe haber. Esta es el aprendizaje de nuevos mecanismos que hemos ido adquiriendo por el camino.
¿Qué hemos ganado con las clases online?
Hay un debate entre qué tipo de clases son mejores, las online o las presenciales. En el centro está la virtud. Seas del tipo de persona que seas, este tipo de forma de dar clases ha enriquecido la educación y no se puede negar que tiene muchísimos beneficios.
- No dependes de un lugar: Las clases online han llegado para quedarse, y este es uno de los principales motivos. Poder elegir desde donde quieres dar tu clase particular es una de las principales ventajas que tanto profesores como estudiantes valoran de esta nueva forma de estudiar.
- Ahorro: Las clases online no requieren un gasto de transporte previo a la hora de su realización, por lo que te permite economizar en recursos tan importantes como el tiempo y el dinero.
- Mayor variedad en todos los sentidos: En la modalidad presencial muchas veces la localización del profesor o academia era determinante para su elección. Sin embargo, debido a la deslocalización online de las clases esta variable ya no importa. Podrás elegir a tu profesor sin importar su situación geográfica.
- Flexibilidad horaria: Las clases online no requieren una reserva de espacio previo para la realización de la misma, por lo tanto permite que profesor-alumno queden en la franja horaria que convengan sin tener que depender de otras variables.
- Conciliación: Gracias a las clases online puedes permitirte tener una mayor libertad de organización de las actividades que realizas: trabajo, estudios presenciales y obligaciones cotidianas.
Ante todo, las clases online nos han abierto la mente. Nos han hecho pensar de forma distinta. De vez en cuando derrumbar los esquemas y obligarnos a construir otros distintos no viene mal para encontrar nuevas y mejores formas de enseñar.
Cómo dar las clases online
Son muchos los profesores a los que las clases online les ha pillado a contrapie. Y es normal, ya que las clases presenciales llevan toda la vida siendo la mejor opción, sin embargo, es algo que está cambiando poco a poco.
Empieza a dar clases online ahora
Aunque este año hayamos hablado muchas veces de los mejores tips para dar clases online hay algunos que son básico y deberían recordarse siempre:
- Espacio: Debes elegir un sitio adecuado donde dar tus clases particulares: un espacio limpio confortable donde puedas realizar bien tu trabajo. Es importante que tengas todos los materiales a tu alcance para no perder tiempo y que la clase sea lo más dinámica posible.
- Conexión: Si quieres dedicarte a dar clases particulares online piensa que debes asegurarte que tu conexión a internet y los equipos que utilices: ordenador, micrófono y auriculares, son los adecuados. Un fallo en cualquiera de estos puede arruinarte tu clase particular.
- Los contenidos son importantes, pero el alumno también: Es importante propiciar una buena interacción con tu alumno o alumna, mejorará vuestra complicidad y relación, por lo tanto desembocará en unos mejores resultados de vuestra clase. No te quedes solo en contenidos y procedimientos, empatiza con tu alumno y dedica unos minutos a hablar sobre como se siente respecto a la asignatura que estás impartiendo.
- Prepara la clase con antelación: Al igual que las clases presenciales, las clases online necesitan de una preparación previa para asegurarnos que el desarrollo de la misma será exitoso. Comprobar la conexión y los recursos informáticos, preparar las actividades que desarrolléis en la misma y planificar el tiempo que destinaréis a cada ejercicio, es clave para un correcto funcionamiento de la misma.
- Plan B: ¿Qué pasa si falla internet? ¿Si esta actividad no se puede abrir? Siempre hay que tener un plan B, por si las cosas se complican y poder tirar hacía adelante tu clase. Elabora una lista de posibles contingencias y busca soluciones alternativas para tenerlas siempre en mente.
Aunque, sin duda, el mejor consejo que debes tener siempre en cuenta para dar clases online es tener paciencia. El mundo digital es muy distinto al analógico y a veces la tecnología se comporta de forma inexplicable. No te desesperes al final todo acaba funcionando.
Cómo adaptarse a los cambios
Sin duda, la lección más importante que nos ha enseñado 2020 es que hay que estar preparado para los cambios.
Empezá a dar clases particulares
Y eso no significa que corras a comprarte el mejor ordenador del mercado para dar clases online, significa que hay que tener una mentalidad adaptativa y estar preparado para rechazar siempre el plan que tenías y abrazar uno nuevo y mejor.
- Infórmate de las últimos novedades: Es importante mantenerse enterado de las últimas novedades respecto a tu asignatura y aspectos que te puedan ayudar a mejorar en tus clases: cambios en la legislación, nuevas plataformas para dar tus clases, recursos educativos para ayudar a tus alumnos… Estas mejoras te pueden ayudar a marcar la diferencia a la hora de ser profesor.
- No te frustres: Es probable que debido a la situación epidemiológica que nos acontece muchas cosas no hayan salido como esperabas. Los profesores han sido avocados a cambiar toda su metodología en el menor tiempo posible, por lo que es probable que no todo haya ido como lo esperado. Es normal, pero ¡no te rindas!, poco a poco irás encontrando solución a los problemas que vayan surgiendo por el camino. ¡Ánimo!
- Resiliencia: Vivimos en un periodo donde los cambios están a la orden del día, y en nuestra mano está adaptarnos a ellos. No miremos al cambio con desconfianza o aprehensión, avancemos con ellos y apliquemos en nuestro día a día como profesores.
Atarse a las convicciones y aferrarse a un plan es algo que cada vez sirve de menos. Debes pensar en varias formas de actuar y sobre todo saber adaptarse. Los tiempos cada vez cambian más rápido y se premia aquel que tenga la mente más abierta a adaptarse.
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