Seguramente habrás oído hablar a muchas personas sobre las tarjetas de crédito, pero no todos saben realmente qué son, para qué se utilizan y en qué se diferencian con las tarjetas de crédito. Toma papel y boli, porque esta información puede ahorrarte dinero.
Una tarjeta de crédito es un instrumento que los bancos ponen a nuestra disposición para que podamos comprar a crédito, es decir, comprar un objeto con un dinero que no es nuestro, con el dinero del banco. Esto quiere decir que cuando utilizamos la tarjeta de crédito, estamos disponiendo de un crédito (de ahí su nombre, te recomendamos que leas la entrada sobre los créditos y los préstamos si no estás familiarizado con estos conceptos). La consecuencia al comprar cosas con una tarjeta de crédito es que el banco nos va a cobrar intereses. Al final del mes, el banco nos pasará un extracto con todas las compras que hemos hecho con nuestra tarjeta de crédito y nos cargará unos intereses normalmente bastante altos (entre el 20% y el 25% TAE sin contar intereses de demora o de exceder el límite que nos ponga el banco).
Una tarjeta de débito es otro instrumento totalmente diferente. Cuando compras con la tarjeta de débito, lo que estás haciendo es pagar con el dinero que tienes en tu cuenta bancaria. Es decir, en lugar de pagar en efectivo, estás pagando con tu propio dinero, pero el que está en el banco. Al hacer esto el banco no te cobra intereses, ya que no te está prestando el dinero.
En ambos casos, a parte de los intereses, el banco podrá cobrarte comisiones por el servicio, es decir, por tener tarjeta de crédito o débito.
Ya sabes la diferencia entre estos 2 tipos de tarjetas, así que si utilizas normalmente la tarjeta de crédito para comprar, deberías replantearte tus hábitos financieros, ya que podrías ahorrar una gran cantidad de dinero dejando de comprar cosas a plazos y disponiendo sólo del dinero que está en tu cuenta bancaria.