Hoy se acusa a los jóvenes de no saber o no querer aprender matemática, los docentes no alcanzan a enseñar todos los contenidos programados para el año escolar por razones intra y extraescolares y existen marcadas diferencias en la distribución y el aprovechamiento de los recursos didacticos disponibles entre la escuela pública y la privada.
A pesar de estas condiciones adversas, creo que se pueden generar instancias de búsqueda de sentido tanto para alumnos como para docentes (no transmisión de mecanismos aislados que serán utilizados en "problemas reales del futuro"), donde el trabajo matemático sea satisfactorio, placentero y desarrollador de las capacidades intelectuales de niños y adolescentes.
Aprender a enseñar matemáticas es un reto que exige un compromiso de constante formación y reflexión sobre la práctica de aula. La actividad matemática se vincula al desarrollo de procesos: resolución de problemas, razonamiento, conexiones, representación y comunicación matemática.Se necesita enseñar matemática para desarrollar el pensamiento lógico, además de ser necesaiio para resolver los problemas cotidianos.
Los niños pequeños, de pensamiento concreto, agregan cosas o las sustraen, juegan a comprar y vender, usan billetes con valor de moneda y para formar cantidades según el sistema decimal. Alumnos más grandes pueden relacionar los conceptos abstractos con la resolución de problemas, aplicando fórmulas y métodos que adquieren sentido en ese contexto.
Juega un rol importante la confianza en uno mismo y no tener miedo a cometer errores. Los alumnos suelen temer que al equivocarse en un número o en un signo hagan que todo el ejercicio esté mal, por eso es función de los profesores manejar con calma esa situación y restarle importancia, porque lo importante es que hayan comprendido el proceso, los pasos empleados y no sólo el resultado al cual deberían llegar. De esa manera se evita el stress y la tensión que, a veces, provocan sentimientos de rechazo hacia esta materia.
A medida que pasa el tiempo se gana confianza en su propia capacidad lógica, se perfeccionan las habilidades, prestan más atención a números y signos y justifican los métodos utilizados para conseguir los resultados.