¡ Buenos días !
Quería comenzar con la verdadera realidad que nos debemos plantear cuando dedicamos nuestro tiempo a la educación. Esto va más allá del gusto por los niños, que también es algo fundamental, pero no el verdadero camino.
Hay que plantearse para qué educamos, es la pregunta fundamental que toda persona debe hacerse. Si no sabemos el fin con el que educamos, rara vez vamos a conseguir un efecto tentador en los niños.
Los educadores, los que tratamos con niños a diario o en mi caso estudiamos una carrera como es Educación infantil debemos saber que educar es dejar crecer a ese niño, dejarle que cree su propia vida. Solamente es necesario ayudarle, prestarle la atención necesaria, inventar trabajos llamativos para despertar su curiosidad. Dejar que el niño experimente por si mismo los diferentes campos de su vida es la mejor manera de aprender, despertarles la curiosidad por las cosas y que ellos mismos sean capaces de buscar, de investigar.
El movimiento es lo más valioso de un niño, con el movimiento crean la mielina o también sustancia blanca la cuál aumenta la inteigencia y favorece el aprendizaje. Hablaré de esto en otro articulo, pero al fin y al cabo lo que quiero trasmitir es que al niño hay que dejarle moverse, es una función vital.
En definitiva, educamos para eso, para que ellos aprendan por sí mismos.
Muchas gracias por su atención, os espero en la próxima entrada!