Todos hemos hecho un comentario sobre el acento de alguien: "él tiene acento, ¿de dónde será?" O hemos expresado que un acento particular nos gusta o no. Cuando se trata de un idioma extranjero, queremos "eliminar" nuestro acento, o mejorarlo. Vamos a analizar en 5 detalles qué es el acento y si en verdad podemos cambiarlo.
1. El acento es personal y sociocultural
El acento es la forma de pronunciación particular de un individuo, de manera que las características personales, como rasgos orgánicos y experiencias de vida influyen en cómo producimos nuestro acento. El acento también se generaliza como la pronunciación un grupo de individuos en un lugar o contexto sociocultural determinado. Hay tantos acentos como regiones locales.
2. Es prácticamente imposible no tener acento
Hemos desarrollado nuestro acento desde que aprendimos a hablar nuestra lengua materna. Eso incluye muchos elementos como la entonación, pausas, longitud, y manera de articular, que se vuelven un hábito permanente.
3. El acento puede variar con el tiempo
Nuestro acento cambia a lo largo del tiempo y según factores externos, como el lugar donde vivimos o socializamos y los medios a los que estamos expuestos. Incluso sin darnos cuenta podemos ir adaptando nuestro acento cuando cambiamos de lugar o por influencia de una serie, por ejemplo. Además, si empiezas clases de idiomas, también es posible que varíes tu acento en función del profesor o de cómo te corrija.
4. Está bien tener un acento
A la hora de aprender un nuevo idioma, traes hábitos de tu acento original. Es muy fácil para un nativo detectar que hablas un idioma extranjero, y esto no es razón de vergüenza. El problema viene si la interferencia de tu acento materno impide la comunicación.
5. Puedes mejorar tu acento en una lengua extranjera con entrenamiento
Es totalmente posible aprender a imitar el acento de una lengua extranjera y lograr lo que se denomina "neutralizar" el acento, pero requerirá algo de esfuerzo. Para lograrlo debes reconocer, estudiar, imitar y reproducir los patrones y elementos del acento, a saber: acento tónico, enlaces de sonidos, tono, longitud y los fonemas que tu idioma no tenga con respecto al idioma que estás aprendiendo.
Sonar más parecido a un profesor nativo de inglés o autóctono y ser entendido más claramente es posible, ¡motívate a intentarlo, sé constante y lo lograrás!