La razón para aprender a operar en la Bolsa comprando y vendiendo acciones es bastante propia del sentido común, ganar dinero. Sin embargo, esto tiene un sostén científico.
En su libro sobre el razonamiento económico, Robinson, Morton y Calderwood, ya hacia 1964, los autores sostenían que el objetivo económico más amplio de su pueblo (en este caso el pueblo norteamericano) era lograr altos y crecientes niveles de ingresos y consumo en condiciones que ofrezcan oportunidades para el progreso individual y la libre opción.
En suma, las Ciencias Económicas, nos ofrecen justamente la razón científica para estudiar esta temática. La realidad es que desde nuestro punto de vista estaríamos aprendiendo a invertir puesto que coloquialmente la inversión, refiere a la compra de acciones, bonos y bienes inmuebles u otras propiedades que producen un ingreso.
Naturalmente este marco nos obliga a definir lo que va a ser nuestro objeto de estudio y nuestro objeto de estudio son instrumentos financieros de renta variable. Los instrumentos financieros de renta variable son las acciones o pequeñas partes de las empresas o corporaciones que en el transcurso del tiempo ganan valor o pierden valor.
Justamente ahí está el concepto más importante a tener en cuenta en toda la operatoria, me refiero a la temporalidad.
La temporalidad
La temporalidad o tiempo, y esto, los que nuestro cerebro tiene que internalizar, no es un algo infinito ni uniforme.
El tiempo humano no es infinito y tampoco es uniforme. El tiempo humano no es infinito porque la vida no es infinita. Y nuestra vida laboral es incluso más corta que nuestra vida. El tiempo no es uniforme porque este trabajo está plagado de ciclos y sectores.
El hecho de que operar con acciones esté signado por ciclos, tiene que ver, en principio con ciclos económicos generales recesivos o expansivos. Sin embargo, los ciclos se dividen incluso más e incluso puede ser que a la economía en general le esté yendo mal y a tus acciones le esté yendo bien puesto que tomaste buenas decisiones de compra.
Industrias
A la vez, como dijiera, hay sectores y a éstos también se les llama industrias.
La división o clasificación en sectores es justamente una catalogación arbitraria en aras de entender mejor al mercado y que todos llamemos a las cosas de igual manera.
Si todos nos ponemos de acuerdo con que determinadas empresas forman parte de sectores industriales ligados al consumo discrecional y que determinadas otras empresas forman parte de un sector llamado consumo masivo ya nos estamos poniendo de acuerdo a los efectos de llegar a conclusiones más válidas.
En definitiva, para estudiar las acciones, eso va a ser lo fundamental. De todas maneras, no es cosa fácil: Va a ser necesario ponderar, va a ser necesario manejarse con fuentes confiables, va a ser necesario desoír cuestiones que generen confusiones y va a ser necesario mantener estrategias que combinan factores y a la vez estrategias operativas.