Las clases de música parece que se han vuelto un privilegio, hasta para esas personas que ya habíamos empezado.
Soy estudiante de grado superior de violín en el Conservatorio Superior del Liceu y, casualmente, vengo de familia humilde. Siempre me he esforzado mucho para poder pagar mis clases de música y mis padres también hicieron un esfuerzo sobrehumano para poder ayudarme, pero a penas han podido ayudarme estos años debido a su situación.
Siempre ha quedado claro que la música es algo que está a mano de todo el mundo, ya sea por internet, conciertos, audiciones abiertas o los discos que aún guardamos en alguna estantería de casa, pero aprender música parece ser algo un poco más complejo, debido a los precios que puedes encontrarte para las distintas academias o escuelas de música.
Me considero una persona partidaria de querer hacer llegar la música a todas las personas. Cuando toco el violín lo disfruto cómo pocas cosas, pero una de las cosas que más que gusta es encontrar ese sentimiento, esa intención, detrás de la obra que interpreto para poder transmitirlo a las personas que me escuchan, poder tocar sus corazones. Si puedo llegar al corazón de la gente al interpretar las obras entonces me siento muy satisfecha conmigo misma porque, por un instante puedo hacer que esa persona se olvide de lo que está ocurriendo en su vida para centrarse en esa alegría, esa tensión o bien ese enfado que intento hacerle llegar.
Sin embargo, resulta que el estudio de la música cada día es más caro y en este país se valoran muy poco dichos estudios, dando pocas ayudas y no facilitando el estudio de esta a las personas que de verdad quieren pero tienen poca capacidad adquisitiva.
Deseo hacerle llegar la música a todos, ya sea por interpretar o por enseñar, todo el mundo puede aprender a tocar un instrumento, solo se necesitan ganas y determinación. Busco formas didácticas de aprender a leer una partitura, o de encontrar la posición correcta para coger el instrumento. Todo aquello que puede ayudar al alumno a sentirse motivado es bienvenido a mi aula. Los niños quieren tocar las canciones que cantan en casa, los adultos desean poder interpretar esa obra tan bonita que siempre suena en la radio. Apúntate a mis clases y econtraremos la forma más entretenida y progresiva para que aprendas este arte.