Para definir el materialismo histórico, es decir, una interpretación marxista de la historia, primero deberemos definir qué es el marxismo, sin entrar a hacer un análisis histórico del mismo. El marxismo es el movimiento derivado del pensamiento filosófico de Karl Marx (1818-1883). Hace una interpretación materialista de la historia. Esta, fundamenta la explicación de la realidad en la materia y las diferentes condiciones materiales derivadas del desigual acceso a los recursos. A su vez, lleva a cabo un análisis dialéctico del dinamismo social y desgrana y critica el capitalismo y su desarrollo. La famosa frase de Marx: "el motor de la historia es la lucha de clases", es la expresión de esta dialéctica existente entre los que, según sus postulados, adoptan históricamente un rol de opresores u oprimidos. Será la lucha por la preservación de sus intereses de clase la que actuará como el motor de cambio de la historia.
¿Qué es una sociedad de clases y una clase social?
La sociedad de clases es una forma jerárquica de división de la sociedad. Esta se divide en función de la capacidad de cada individuo para acceder a los recursos materiales. Para diferenciarse de las sociedades estamentales, propias del Antiguo Régimen, se presume que las clases, a diferencia de los estamentos, no son grupos cerrados; por lo que cualquier persona puede ascender o descender socialmente. Una clase social es pues la etiqueta por la que mediremos la capacidad de acceso a los recursos de cada individuo. Pero lo más importante es saber qué determina este acceso en cada modo de producción, lo que nos lleva a definir qué es un modo de producción.
¿Qué es un Modo de producción?
Un modo de producción es aquella forma en la que una sociedad organiza su actividad económica para llevar a cabo la producción, distribución y consumo de bienes y servicios. Es lo que Marx llamó la infraestructura de la sociedad o estructura económica. Esta, a su vez define la superestructura, es decir, la ideología social (ética, moral, pensamiento político y económico, etc.) materializada en instituciones.
Por ejemplo: el Estado, los partidos políticos y el sistema educativo. Desarrollaremos en otra publicación los pensamientos de Antonio Gramsci sobre el papel que cumplen estos tres últimos, entre otros, en la naturalización de la perspectiva de la realidad de la clase dominante (opresores) para que la clase dominada (oprimidos) la acepte como suya; generando así lo que se conoce como hegemonía cultural. Concepto que también definiremos en la próxima publicación. Retomando la explicación que nos ocupa, falta por definir qué son las fuerzas productivas y las relaciones de producción.
- Las fuerzas productivas son la fuerza de trabajo humano y la tecnología disponible en cada modo de producción. En función de estas, la explotación de los recursos, la organización para explotarlos y su distribución será de una forma u otra, ya que, el plustrabajo o trabajo excedente a la cantidad de trabajo necesario para la producción de bienes, será mayor cuanto mayor sea la productividad. Sin olvidar la lucha de clases como mecanismo para equilibrar el acceso diferencial a los recursos.
- Las relaciones de producción son las relaciones humanas que se establecen para poder producir cualquier bien o servicio. Estas, determinan el modo de producción en el que nos encontramos. No es lo mismo estar trabajado en condición de siervo, vinculado a la tierra y explotando las tierras de un señor, que trabajar en condición de proletario. El segundo ya no está vinculado a la tierra, ni subordinado a ningún señor. Es "libre" de circular y escoger su oficio y puede explotar o arrendar tierras o cualquier otro bien en propiedad, ya que puede ser poseedor del dominio directo y útil o arrendar el segundo. Pero cuidado, puede darse perfectamente la convivencia de diversos modos de producción de forma simultánea. ¿Acaso no existen en pleno siglo XXI talleres clandestinos que practican la esclavitud con fines capitalistas?
Lectura materialista de la historia
Como ya hemos expresado, la historia avanza de forma dialéctica. Hay una tesis (el modo de producción), una antítesis (negación de la tesis) y la síntesis (negación de la antítesis).
Un modo de producción (tesis), por las propias contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, genera su oposición (antítesis) en el momento en que la relaciones de producción son un impedimento para el avance de las fuerzas productivas.
De esta tensión surge un nuevo modo de producción (síntesis). Según las teorías marxistas se trata de un proceso cíclico que define el motor de la historia. Para ejemplificarlo, el capitalismo (tesis), modo de producción que requiere un crecimiento ad infinitum en un mundo de recursos finitos, y que aun disponiendo de la fuerzas productivas más avanzadas de la historia, es el mayor generador de desigualdades (contradicción).
Hoy 28/03/2019, ha tenido lugar la mayor huelga mundial contra los causantes de la aceleración del cambio climático. Los participantes han manifestando el desacuerdo con un modo de producción que está destruyendo el planeta que necesitamos para vivir y contra aquellos que son garantes de su perpetuidad.
Se manifiesta que no es posible que para que unos pocos puedan vivir en la opulencia, como consecuencia se ponga en riesgo la propia existencia de la humanidad y la biodiversidad de este mundo. Pero el capitalismo no solo ataca al planeta transformando todo recurso natural susceptible de ser transformado en mercancía; el capitalismo lo mercantiliza todo.
Después del proceso de proletarización europeo producido durante los siglos XVIII-XX ,dependiendo de qué zona del mundo estemos hablando, aquellas personas que no poseían un medio de producción pasaron a ser mano de obra asalariada; por lo que únicamente disponían de su fuerza de trabajo para poder subsistir.
Quedaba establecida así una nueva relación de producción. En esta relación de poder desigual entre los propietarios de los medios de producción, capaces de ejercer la coacción por medio de la dependencia/necesidad de los desposeídos con los patrones, estos segundos quedaban obligados a venderse como si fueran mercancía a aquellos que quieran comprar su trabajo.
Esta desigualdad gestará las condiciones que llevaran al progreso histórico por medio de la revolución. Se gestará la antítesis que conducirá a la síntesis; y así, cíclicamente. ¿Por qué? Porque dentro de la lógica capitalista impera la maximización de los beneficios de los propietarios de los medios de producción (una élite social reducida) a costa de la minimización de los del proletariado (la mayoría social) y la destrucción de los recursos naturales.
Reflexión
Como dijo Mahatma Gandhi: "La tierra ofrece lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no la codicia de algunos". Es por eso que creemos que la solución no radica en la reforma, sino en la superación del capitalismo.
Solo cambiando las pautas de producción, distribución y consumo podremos redirigir el curso de la historia de forma más igualitaria y en armonía con la tierra y la humanidad.
Como la historia no puede predecir el futuro, no podremos saber cuándo se producirá la síntesis, ni hacia dónde nos dirigirá. Según la teoría marxista, el capitalismo morirá por sus contradicciones dando paso al socialismo; al ecosocialismo nos gustaría creer. Pero eso son deseos más que hechos objetivables, ya que no todo cambio tiene que ser un proceso de progreso lineal ascendente.
Perfectamente podríamos involucionar a una situación peor que la actual, como la que ya se está dando con el cambio climático, las consecuencias derivadas del mismo y con las políticas económicas neoliberales.
Estas últimas están convirtiendo a la sociedad en una sociedad de mercado. Este hecho provoca la supeditación de las personas al interés económico (al crecimiento sostenido del bolsillo de unos pocos) y no al revés, supeditar la economía al servicio de las personas; al interés económico de toda la sociedad.
Conclusiones
El materialismo histórico es el análisis marxista de la forma en que la historia avanza, de forma dialéctica. La historia queda definida por lo material y la relación que los individuos establecen con los materiales, desde su producción, pasando por su distribución y llegando al consumo.
Las fuerzas productivas y las relaciones de producción serán determinantes para describir el modo de producción en el que nos encontramos en cada etapa histórica, ya que diferencian uno de otro, sin olvidar que varios modos de producción pueden convivir simultáneamente.
A su vez, serán también los causantes del salto cualitativo a otro modo de producción cuando fuerzas productivas y relaciones de producción entren en contradicción. Se ha ejemplificado el capitalismo como aquel modo de producción que divide la sociedad entre aquellos que son capaces de ofrecer ocupación y demandar empleo, y los que habiendo sido desposeídos de los medios de producción no les queda más remedio que ofrecer su fuerza de trabajo.
Esta situación genera una relación de reciprocidad asimétrica entre los propietarios de los medios y los trabajadores asalariados; desigualdad que comenzará a gestar la antítesis fruto de está contradicción.
También hemos visto una segunda contradicción; la relación contradictoria establecida entre el capitalismo y la naturaleza. En la medida que el capitalismo mercantiliza todo recurso natural susceptible de ser convertido en mercancía, con el fin de obtener el máximo beneficio y, debido a que se posee las fuerzas productivas más eficientes de la historia, se está explotando los recursos naturales más rápidamente que la propia capacidad de regeneración de la tierra.
Esto está provocando una aceleración del cambio climático y, fruto de ella, una posible extinción de la humanidad y el resto de la biodiversidad de la tierra. Es por ello que creemos que la solución solo radica en llegar lo antes posible a la síntesis y, pasar de un modo de producción capitalista a otro ecosocialista.
Solo se podrá acabar con la destrucción de la tierra y las desigualdades acabando con el consumismo masivo y permitiendo un acceso a los recursos más igualitario.