Está por todas partes: en anuncios, en la televisión, en las series, canciones, películas, redes sociales, instrucciones, etiquetas... ¡En todos lados! Sí, ese es el inglés, una de las lenguas más habladas en todo el mundo. ¿Y por qué se ha extendido tanto? ¿Hay alguna variante del inglés que sea la más correcta o más recomendada? Ahora les hablaré un poco sobre el inglés, su utilidad, historia y mitos que circulan en nuestra sociedad.
Raíces y frutos del inglés
Cuando pensamos en el término "inglés", se nos suele venir a la cabeza las banderas del Reino Unido, de Estados Unidos, lo que algunos llaman "el Big Ben", una de esas guaguas rojas londinenses de dos pisos, barrios plagados de edificios de vértigo, de éxito y de riqueza... Pero, ¿el inglés y su expansión se corresponden con esas imágenes que nos hacemos? ¡Por supuesto que no!
El inglés es históricamente una lengua germana que floreció en Gran Bretaña (lo que hoy es el Reino Unido e Irlanda, para no hacernos un lío con la geografía) y que con las colonizaciones llegó a América del Norte. Debido a la distancia que dejaba el gran charco entre los continentes, entre otras razones, en América del Norte se comenzó a desarrollar una variante de la lengua inglesa. Y no fue el único caso en la historia de la lengua, pues tiempo después, a medida que el Imperio Británico se expandía en muchos lugares de Oceanía, África y Asia, la lengua iba modificádose allá donde iba. A esa distancia que separaba los territorios se le sumó la influencia de las lenguas nativas de los países ocupados. Hoy en día, ya no existe tal ocupación territorial por parte del Reino Unido, pero sí siguen las huellas de su paso: la lengua. Como pueden ver, el inglés llegó a todos los continentes, ¡y llegó para quedarse!
Entonces, ¿cuál de todas esas variantes nos conviene aprender? ¿Hay algún tipo de inglés inadecuado o poco recoendable? Lo seguiremos viendo en la siguente entrada del blog.
¡Hasta pronto!