De un tiempo a esta parte vengo observando cómo muchas personas no dan el primer paso o no avanzan en su carrera musical por motivos externos. Parecen concebir la música como un lenguaje tremendamente complicado o la ejecución de cierto tipo de músicas como un camino arduo y pedregoso propio de eruditos.
No voy a negar que la experiencia es un grado y el trabajo es importante, pero miramos excesivamente hacia afuera. Nuestro desarrollo musical está primordialmente en el interior. Es endógeno. A partir de aquí todo es posible. No se trata de pensar tanto que la música pertece a músicos , sino de caer en la cuenta de que nos pertence a todos.
En una máster class de guitarra, un reputado profesor formado en el Berklee College afirmaba lo siguiente : "Está muy bien "copiar" a los demás y se aprende muchísimo. Pero también se aprende mucho conociendo la mecánica de las cosas y haciendo las cosas de manera personal. Está muy bien aprender los solos de los demás, pero el solo propio no lo va a tocar nadie mejor que tú. Ya puede venir Mac laughlin o cualquier otro guitarrista experimentado , tu solo es el mejor, si lo entiendes y lo desarrollas.... Es un mensaje fantástico que transmite la energía y la curiosidad propias de un niño para trabajar sin pensar en condicionamientos externos...
Creí notar un mensaje con el mismo sentido en las palabras de James Rhodes . "la música clácica es sumamente extraordinaria. Pero todo lo que la rodea , desde los intérpretes hasta los promotores, pasando por el código de vestimenta, las reglas, y esa actitud de somos muchísimo más refinados que tú, es infame y debe cambiar". Son las palabras sin concesiones de Rhodes , pero el mensaje debemos tomarlo como una llamada de atención para olvidarnos del qué dirán y trabajar por nosotros mismos.
Importa nuestra actitud , nuestra curiosidad hacia el objeto ( el lenguaje musical, la expresión musical propia). Por cierto , el mismo Rhodes, escribió un libro para tocar el preludio de Bach sin saber piano, con 45 minutos diarios de nuestro tiempo en seis meses...interesante desafío . Otro mensaje importante que se nos envía: no es cuestión de obsesión por el trabajo o trabajo duro sino simplemente constancia, dedicación , amor.
Cuando me inicié en la música sentía este tipo de condicionamentos externos que autolimitaban mi propia expresión. Más tarde comprendí que debía dejarlos a un lado y centrarme en mi propia naturaleza curiosa. La música empezó a presentarse como un lenguaje más accesible, más simple. Se me presentaron las regiones armónicas (toda la música posible se mueve en tres regiones) , los relativos ( acordes parientes ), los determinantes ( bastan dos acordes para tocar de un modo triste -modo eólico: la marcha fúnebre está compuesta en modo Eólico).
Casi toda la música que empezaba a sonar en mi guitarra se movía de cuatro en cuatro compases. Tocando acordes separados por intervalos de cuarta. encontraba la mayor parte de las melodías que había escuchado a lo largo de mi vida... Las emociones empezaron a responder a métricas , podían medirse ( alucinante!!) .La armonía se mostró no ya como un intrincado mundo lleno de reglas incomprensibles , sino como una simple cuestión de tensión y resolución....