Si ahora vas a otra pestaña y googleás "primer instrumento musical" vas a encontrarte con varios resultados que hablan de una flauta hecha de hueso de ave. Parece que determinaron que esta flauta tendría aproximadamente 43000 años de antigüedad.
Ahora bien, no es una locura pensar que la música como fenómeno existía previamente y que esta no es la primer flauta que haya existido. Lo más probable es que mucho tiempo atrás, imposible saber cuanto ya que estas actividades no dejan restos físicos, se hayan producido los primeros ritmos con las palmas, pies, palos y/o rocas y las primeras notas musicales con la voz.
El comportamiento animal (incluído el humano) es algo que me ha interesado desde que tengo memoria. A mediados del 2019 tomé un curso muy básico, como estudiante de veterinaria, sobre el comportamiento del gato doméstico en el hogar. El primer encuentro constó de una intrudución al mundo del estudio del comportamiento (etología) y de ahí me llevé un concepto que me marcó y para explicarlo me voy a valer de un ejemplo. ¿Por qué los gatos arañan las cosas?
No es raro escuchar decir que el gato se está "afilando las uñas" y algo de eso hay, pero el principal valor adaptativo de este comportamiento no es ese. Esta acción no se trata tanto del acto de rascar, sinó de dejar una marca visual y olfativa para comunicarse con otros gatos. Alunas de las cosas que el animal comunica son:
- Hasta acá puedo llegar si me estiro. Así de grandote soy.
- Tengo uñas y puedo dejar marcas así de profundas, no te conviene hacerme enojar.
- Este es mi territorio, acá vivo yo. Todo el alimento y los recursos de este lugar son míos (y como sabés, a no ser que haya de sobra, a los gatos no nos encanta compartir).
- Este es mi aroma, esta/este soy yo. El olor es la tarjeta personal de los gatos, de éste obtienen mucha información, seguramente más de la que sabemos e imaginamos.
Ahora bien, los gatos van a marcar su territorio independientemente de si hay otros gatos cerca. Es más, hay gatos particularmente sociables y poco territoriales que toleran a otros gatos en su territorio, sobre todo si hay abundantes recursos, pero lo marcan de todas formas. Esto se debe a que este comportamiento es un fin en sí mismo, les es placentero y natural satisfacer este comportamiento tanto así que es una necesidad (si vivís con un gato en lugar de retarlo por romper algún mueble, poné al lado una caja o un rascador que le sea más atractivo para romper). Ahora bien...
¡¿Que tiene esto que ver con la flauta y la prehistoria?!
Lo que busco al enseñar a tocar el instruemnto es enseñar a hacer música y para mi hacer música, bailar, dibujar y otras tantas cosas son lo que para el gato es arañar cosas: un comportamiento necesario, instintivo, natural y espontáneo. Intuyo que para los primeros humanos también lo fué.
Mi ambición es que para quienes toman clases conmigo hacer música signifique lo mismo, que se vuelva parte de su día a día sin que se lo proponga, que aparezca de golpe en todas partes y sin que la llame. Que logre mejorar su vida cantando y golpeando las manos y palitos, aunque sea un poco.