La humanidad es una especie encantadora. Los seres humanos han evolucionado a lo largo de los tiempos de una manera escandalosa. En mi infancia descubrí un hecho transcendental en la sociedad: la ciencia y la tecnología marcan el futuro.
Es imposible no señalar el avance exponencial de la tecnología en las últimas décadas. Tal es así que se habla que vivimos en una tercera revolución industrial, o más bien, en la revolución informática.
Ahora bien...¿estos gigantes avances de la computación y las matemáticas, podrían influir en el conocimiento de la conciencia?
La respuesta es un rotundo sí. Y ya se están proponiendo distintas maneras.
La teoría principal formula que la conciencia debe de tener al menos tres componentes:
- capacidad de sentir y reconocer el entorno;
- autoconciencia;
- capacidad de planificar el futuro, estableciendo objetivos y planes, es decir, simulando el futuro y desarrollando una estrategia.
Así, se han hecho distintas especulaciones y posibilidades. Veámos todas ellas.
Fusión con los robots
Esta primera opción: fusionarnos con nuestras creaciones. En vez de limitarnos a esperar que los robots nos superen en inteligencia y poder, deberíamos intentar mejorarnos a nosotros mismos convirtiéndonos en superhumanos durante el proceso. Creo que lo más probable es que el futuro resulte de una combinación de los dos objetivos, es decir, construir una IA amistosa y mejorarnos a nosotros mismos.
Sustitutos y avatares
En la película Avatar, las cosas van un paso más allá. En el año 2154, en vez de vivir nuestras vidas como robots perfectos, podríamos vivir como seres distintos de nosotros. En la película, nuestros cuerpos están metidos en unas burbujas, lo cual luego nos permite controlar el movimiento de unos cuerpos ajenos especialmente clonados. En cierto sentido, nos dan unos cuerpos totalmente nuevos para vivir en un nuevo planeta. De este modo, podemos comunicarnos mejor con la población alienígena nativa de otros planetas. El argumento de la película se tensa cuando un trabajador decide abandonar su naturaleza humana y vivir su vida como un alienígena, protegiéndolos de los mercenarios. Estos sustitutos y avatares no son posibles a día de hoy, pero pueden serlo en el futuro.