El tiempo previo al viaje es un poco como estar en un romance online con ese país. Primero te fijas en su perfil, los hermosos paisajes, la increíble cultura. Ves las fotos, te enamoras. No puedes dejar de pensar en la ciudad a la que vas a ir e imaginas todas las cosas fantásticas que vas a hacer allí.
Al fin llega el día de ir en persona a la ciudad de detrás de la pantalla, de pisar el paraíso en el que has estado soñando durante meses. No obstante, quizás tu destino no sea exactamente el paraíso que esperabas. Y es que antes de salir no lo sabes todo, todo. No sabes, por ejemplo, si el lugar donde te alojarás puede ser ruidoso o si allí reciclan la basura. Tampoco te dicen si vas a tener vistas panorámicas desde tu ventana, ni te prometen que el compañero de habitación no ronca.
Puede que el destino que has elegido no cumpla del todo tus expectativas, pero no dejes que esto te eche a perder la experiencia. Si la vida te da limones, haz limonada. Pon tus expectativas en el lugar correcto y no te preocupes por nada.
Consejos para moderar tus preocupaciones y expectativas:
1- Borrar todas las expectativas de tu mente. Sé que es difícil, pero deshazte de todas ellas. No esperes absolutamente nada y déjate sorprender por todo lo que sucede.
2- Encuentra algo que te guste especialmente de tu destino ahora que aún estás aquí. Por ejemplo, si vas a Inglaterra y te gusta el té, piensa que podrás desayunar con té todas las mañanas.
3- Habla de tus preocupaciones. No eres la única persona a quien le pasa y hablar de ellas te ayudará a darte cuenta de que no estás solo en esto.
4- Para terminar, piensa en como esas cosas que puede que no te gusten en tu destino pueden beneficiarte a largo plazo. A lo mejor no reciclan, pero eso haría que aprecies más que en tu casa sí se hace. ¡Tal vez incluso inspire una pasión que nunca supiste que tenías! Haz algo positivo de ello.
La moraleja es que no puedes predecir cómo será tu viaje minuto a minuto. Pero tú tienes el control de cómo lo aprovechas. Una actitud positiva puede recorrer un largo camino, incluso cuando te sientes desesperanzado.
Si bien tu viaje puede no ir como lo imaginaste, si te mantienes positivo y le das una oportunidad, te garantizo que la realidad será incluso mejor que tus fantasías.
¡Aprovecha al máximo tu destino de estudio en el extranjero!