La educación siempre fue el futuro: ser profesor se hace no se nace.

Han pasado días desde que nos convertimos en adultos. Los 18 años marcaron un antes y después en nuestras vidas. Fueron pequeñas diferencias que guiaron a nuestro destino de antaño.

Hoy, con 24 años, me siento un poco mas perro viejo. Dicen que mas vale el diablo por viejo que por diablo. Experiencias que nos marcaron y nos marcan, y que nos acompañan.

Ser educador y formador de niños no es fácil. Sabes que estás acompañando a la generación futura. Los valores y la ética con la que tienes que formar son demasiado importantes. A veces el tiempo es escaso y tienes que hacerlo en 1 o 2 horas guiando las clases particulares. Otras veces en campamentos urbanos o pernocturnos tienes 360 horas de trabajo mal remuneradas pero sabiendo que vale mas la educación de estos niños que el dinero que te vayan a pagar. Otras veces los procesos de acompañamiento son de 72h, 24h, meses....

Nos vamos formando, nos vamos educando. La experiencia es muy importante, pero la teoría y los cursos los cuales nos forman también. Debemos creernos importantes, porque la mayoría de las personas nos tienen por simples niñeros. Nosotros estamos formando a sus hij@s, a su futuro. A veces cuando son pequeños ejercemos de papas y mamas. Cuando son mayores ejercemos de mentores y couch, motivamos, ayudamos, nos cuentan sus temores y secretos.

Nosotros aconsejamos. Sacamos los cursos adelante, creamos un hábito de estudio, técnicas y metodología, hacemos entender con nuestras explicaciones. Ser profesor es mucho mas importante de lo que uno se cree...

Sigamos educando. Somos y son el futuro.

A.M.B