¿Por qué la educación virtual es mejor de la presencial?

¿Existe una diferencia entre las dos modalidades de educación? Sí y muchas. Los pensadores como Aristóteles, Platón y Sócrates estaban convencidos de que para aprender los alumnos debían reunirse en un mismo lugar para debatir y compartir ideas.

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Se podría pensar que nuestra necesidad de socializar con otros seres humanos hace que la experiencia de aprendizaje y estudio sea más profunda. Hoy en plena pandemia, todavía muchas personas piensan que la educación virtual no se pueda comparar con el regreso a las aulas. Expliquemos brevemente por qué no es así.

Aprender a distancia es mejor que hacerlo presencial: 6 cambios de paradigmas

La educación a distancia implica un cambio de paradigma total y esto a veces puede chocar con nuestros prejuicios y preconcepciones con la educación tradicional y no solo. También puede nacer un conflicto entre nuestra visión del aprendizaje/estudio: entre la oveja o el lobo. ¿Qué hace que la educación a distancia virtual sea más beneficiosa que la educación presencial y cuáles son los cambios de paradigmas que implica la nueva forma de aprender?

  • El alumno/alumna debe valerse por sí mismo/a, ser responsables en los horarios, pautas, tareas, planificación del estudio y en el compromiso con la materia. El estudiante "oveja" que seguía las indicaciones del docente se trasforma en un "lobo cazador", o sea es el primer responsable de su estudio/aprendizaje.
  • ¡El/la docente/profesor/profesora ya no son omniscientes! O sea no lo ven y pueden todo. Los/las docentes se vuelven tutores, mentores y ayudantes en el aprendizaje/estudio de los alumnos/alumnas. Los profesores/profesoras indican, guían, aconsejan, resuelven, responsabilizan, llaman la atención, gratifican, prevén, escuchan, se educan y se capacitan en las herramientas virtuales y novedades de la educación a distancia (teoría del aprendizaje a distancia, psicología educativa a distancia etc.).
  • Para las materias teóricas ya no se necesitan perder horas en el tráfico o desplazarse kilómetros para asistir a una clase presencial que podría sin problemas ser dictada a través del medio virtual. Menos contaminación, enfermedades pulmonares, accidentes etc.

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  • ¡La educación a distancia es aplicable desde la edad de la adolescencia hasta los más ancianos! Para los niños (4-10) se debería alternar clases presenciales con virtuales hasta alcanzar una conciencia virtual de la educación a distancia, y para que el niño/niña esté preparado en futuro a manejar su propio aprendizaje/estudio en autonomía.
  • El aprendizaje/estudio es un proceso cognitivo que requiere de estímulos diferentes: el lado racional y aquello emocional de nuestro cerebro deben involucrarse al mismo tiempo en el proceso de aprendizaje. La virtualidad elimina distracciones y permite que nuestro cerebro concentre sus esfuerzos en cada momento de la clase.
  • La clase virtual no puede tener los mismos criterios de una presencial. Los recesos de 10 minutos son importantes por cada hora cátedra. La presentación previa del programa de cada clase es fundamental (clase invertida) donde el/la alumno/a anticipan el contenido y el/la docente profundiza la temática basándose en su experiencia como experto/a. La selección de fuentes confiables, recursos y materiales digitales es también importante.

Aprender en una nueva época

Finalmente, es necesario abrir los ojos sobre el mundo del presente y del futuro. No regresaremos a lo de antes, tendremos que replantearnos muchos conceptos e ideas sobre la educación y aprendizaje que vienen desde el siglo XX. El futuro es ahora, así que buscar un regreso al pasado no es la vía mejor para apostar a una educación de calidad.

Habría que invertir más en infraestructuras digitales, fibra óptica, servicio de internet más económicos, teletrabajo efectivo, paternidad y maternidad más flexibles cuando hay niños/niñas pequeños/pequeñas. Como docentes tenemos la obligación de mirar hacia adelante y hacia atrás tratando de mantener un equilibrio entre el pasado y el futuro, sin miedo a los cambios.