Una de las claves para dominar un instrumento, que servirá tanto para facilitar el aprendizaje de piezas musicales como para improvisar, además de para trabajar la técnica del instrumento, es el conocimiento de diferentes escalas.
No obstante, su aprendizaje es uno de los puntos más tediosos que debe afrontar el músico, pues en ocasiones se necesitan horas y horas de práctica para llegar a dominar completamente una escala, además de poder emplearla por todo el registro del instrumento.
Para enfrentarse a ella, primero es más útil hacerlo de manera teórica o sobre el papel. Dicho de otra manera, hay que analizar la escala en cuestión. Pongamos como ejemplo la menor armónica. Al analizarla nos daremos cuenta de que es una escala menor con el VIIº mayor, creando una sensible.
El siguiente paso es un atajo que solo es útil para escalas sencillas o derivadas de otras conocidas por el intérprete: se trata de comparar la nueva escala con alguna que ya esté dominada (en caso de haberla) y buscar sus similitudes y diferencias.
En el ejemplo, si ya se conoce la escala menor natural, se aprenderá mucho más rápido la armónica si en vez de tomarse como una nueva se interpreta como una variante de la natural, puesto que solo tendremos que cambiar la ubicación de una de las notas.
A continuación, ya podremos dar el tercer paso y buscar la mejor manera de interpretar nuestra escala (en caso de instrumentos que permitan diferentes ubicaciones para una misma nota) y de encontrar las mejores digitaciones para ella.