Aún recuerdo mi primera vez, estaba muy nerviosa... Pero antes de contar esto, creo que os he de poner en situación: me lo habían propuesto varias veces, siempre amigos de mucha confianza, aunque yo nunca lo vi muy claro, la verdad.
Hasta que un día, cuando me lo volvieron a proponer no pude negarme y accedí... dí mi primera clase de estadística ;)
Habíamos quedado en una sala de la biblioteca, yo llevaba mis apuntes del año anterior (que había repasado concienzudamente) y muchos nervios en la barriga. ¿Le voy a ayudar? ¿Me va a entender? ¿Se quedará con la idea clara?, menudas dudas tenía, pero me motivaba que con ese dinero ahorraría para irme de viaje con mis amigas. Había que lanzarse.
Durante esa clase se me cayeron los papeles, me reí nerviosa y no paraba de preguntar si todo estaba bien y si necesitaba alguna explicación más, que yo le buscaría recursos con los que practicar... pero al terminar, sonreí, lo había disfrutado.
A la semana siguiente, me contactó otra compañera más y volví a "actuar", me lo volví a pasar genial y empecé a poner ejemplos más llamativos (se me ocurrían después de cada clase) y me empecé a relajar, y así fue como poco a poco mi hucha se llenó.
Yo conseguí mi objetivo, me fui de viaje, pero además me enamoré de una nueva afición, dar clases.
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¡Espero que disfrutéis de este día!