Cuando deseamos aprender algo, nos será de mucho provecho comprender cómo aprendemos. ¿Por qué? Porque de esa manera podemos optimizar dicha actividad. El objetivo es lograr el aprendizaje, y si ello implica modificar nuestras actividades para un mejor resultado, valdrá la pena intentarlo.
Cuandos los humanos tratamos de definir algún tema, estemos seguros de que encontraremos diversas opiniones. El tema del aprendizaje no se escapa a dicha realidad. Desde los tiempos de los antiguos griegos, ya se debatía sobre si el aprendizaje se podía lograr con el raciocinio o la experiencia. Siglos más adelante, con la aplicación del método científico, se pusieron a prueba las hipótesis respecto al aprendizaje y se generaron diferentes teorías. Cuatro de ellas son:
- Conductismo: Se estudia un estímulo observable y las respuestas de la conducta a dicho estímulo.
- Congnitivismo: El aprendizaje se basa en factores externos y el proceso interno de pensamiento.
- Constructismo: El aprendiz construye a partir de su experiencia previa.
- Humanismo: Se trata de un enfoque centrado en el aprendizaje donde el potencial es más importante que el método o materiales.
Para conocer más de cada una, próximamente publicaré más blogs sobre cada uno de ellas.
De manera empírica, estamos de acuerdo en que el aprendizaje no se logra de un momento a otro. Es un proceso. De acuerdo a "The center for the literacy and learning", el aprendizaje consta de los siguientes componentes:
- Atención
- Memoria
- Lenguaje
- Procesamiento y organización
- Pensamiento de mayor orden y escritura
Cada uno de los componentes del aprendizaje merecen ser comprendidos y facilitados para optimizar el proceso. Por ello, próximamente publicaré una breve revisión de cada componente, acompañada de recursos virtuales para facilitar su logro.