Cuando hablamos de informática aún hay quienes piensan que la tercera edad y las tecnologías son incompatibles, a decir verdad, la mayoría de los que piensan así son los mismos adultos mayores. Personalmente creo que están equivocados.
Puedo comprender sí, que las nuevas tecnologías apabullen, pero eso nos pasa a todos… La diferencia más notable radica en la actitud que tengamos para afrontarlas y aceptarlas como parte de nuestra vida. La diferencia más profunda está en nuestra actitud.
¿Se han preguntado alguna vez por qué los niños aprenden con tanta facilidad? Es simple: ellos habitan un mundo de juego, ellos juegan, aceptan las reglas del juego, lo practican incansablemente porque eso los divierte, y no les importa equivocarse, porque sólo se trata de un juego. Y esa actitud es justamente lo que con la adultez perdemos, las exigencias de la vida y las presiones sociales nos exigen pretender ser perfectos, y como eso es imposible nos frustramos, y así vamos olvidando lo bien que lo pasamos cuando jugamos, y así nos vamos convirtiendo en nuestros propios verdugos.
La tercera edad, dolorosamente devaluada en nuestra sociedad, creo que está plena de posibilidades, obviamente acordes a sí misma. Nadie pasa por esta vida sin aprender algo: la madurez está llena de sabiduría, de experiencia, de historia, y llegar a esta instancia no significa sentarse a esperar que el tiempo pase. Los mayores como cualquier ser humano tienen derecho a una vida digna, con esperanzas, con expectativas, a una vida activa.
Después de una vida llena de trabajo y obligaciones, es el momento de descansar, de dedicarse un tiempo a uno mismo. Por fin pueden disponer de tiempo libre, pueden volver a “jugar”. Y utilizo el término jugar, porque no debe haber presiones en el aprendizaje (y el primero que no debe presionar es uno mismo), la mejor forma de aprender es respetarse, saber que cada quien tiene sus ritmos, sus tiempos, sus días mejores y peores, como cualquiera.
El aprendizaje es el mejor ejercicio mental, estimula la memoria, ayuda a la prevención de enfermedades como el Alzheimer o la depresión, permite socializar, entretiene.
La informática, es una eficaz respuesta, ya que es una ventana abierta al mundo sin salir de casa: nos permite viajar, conocer, leer, comunicarnos con otras personas, ejercitar nuestra mente, jugar y muchísimo más aún: es una fuente fascinante e inagotable para los curiosos, y la curiosidad es uno de los motores más potentes que tenemos en la vida. Se trata de empezar e ir descubriendo ese mundo, se trata de familiarizarse y luego ir eligiendo lo que nos gusta más. Esto como tanta cosas de nuestras vidas es sólo una cuestión de actitud, de cada uno de nosotros depende lo que hagamos para estar mejor, aprender informática sólo depende de dar el primer paso hacia el aprendizaje, después… Relajarse, dejarse llevar y disfrutar ese viaje hacia el conocimiento y hacia el mundo que nos acerca hasta casa una simple computadora.