Para desarrollar bien este método es indispensable que no pensemos en cualquier trabajo sino que, como cualquier otra unidad didáctica, la hagamos planeado al milímetro, marcando los objetivos que queremos lograr y las áreas que los alumnos deberán aprender. Los trabajos tienen que ir más allá del aula y repercutir en la vida real, que motive a los alumnos más allá de la obligación curricular. Los trabajos suelen ser en grupo y son interdisciplinares, de forma que tocan más de una materia. Los beneficios del Aprendizaje Basado en Problemas o Proyectos son muy interesantes:
1. Aumenta la capacidad de pensamiento de crítico y de toma de decisiones. Hacen que los alumnos deban pensar en cómo solucionar el problema planteado, evaluar los pros y los contras de cada camino para llegar a la solución, y decidir finalmente qué método utilizar para solucionar el problema y resolver el proyecto.
2. Mayor responsabilidad en el aprendizaje. Aquí, el profesor no es la clave, solamente actúa como guía y facilitador de información. La información no la da él directamente, sino que orienta a los alumnos sobre dónde pueden encontrar toda la documentación o fuentes que necesiten consultar y cómo contrastarla.
3. Estimula el crecimiento emocional y personal, ya que los alumnos se ven envueltos en la resolución de un conflicto complejo que está relacionado con la vida real, más allá del aula, a la vez que, sin darnos cuenta, adquieren las capacidades didácticas planteadas.
4. Trabajo en equipo y asunción de roles. Debatir con otros alumnos le ayudará a negociar, a razonar y a aprender de los aciertos y errores de los demás. Una capacidad vital para la incorporación más adelante a un puesto de trabajo.
5. Desarrollo de habilidades comunicativas. Finalizado el trabajo, los alumnos deberán exponerlo y explicarlo de la mejor manera posible.
En muchas aulas se utiliza este método, aunque en algunas ocasiones, solamente en determinados momentos se hace un trabajo realmente interdisciplinar y motivador para los alumnos con aplicaciones prácticas que repercutirán directamente en su vida real. Se trata de que este método podamos aplicarlo también en las clases particulares, sobre todo aquellas en las que tenéis un grupo reducido de alumnos, y que los motivemos con situaciones reales, a la vez que definimos muy bien las competencias que queremos que adquieran. Llevará tiempo plantear el proyecto, pero el resultado merecerá la pena :) ¿Te animas?